Cristo crucificado de madera

Cuando nos llegó esta pieza presentaba múltiples alteraciones: brazo desensamblado y con adhesivos viejos, desconchado de la policromía y riesgo de pérdida de la poca que quedaba y mucha suciedad en forma de grasa.

Después de hablar con el propietario, llegamos al acuerdo de realizar una restauración en la que primase el aspecto antiguo de la escultura.

Eliminamos toda la suciedad grasienta, los adhesivos y algunos repintes, aseguramos la policromía que quedaba y unimos el brazo de nuevo a su sitio. La reitegración de color se limitó a cerrar algunas lagunas que había en el torso (la zona que conservaba mayor parte de poliromía). Finalmente, terminamos el trabajo protegiendo bien la pieza con un barniz a base de resina.